Mi experiencia como mamá ha sido de que en el largo trayecto pasamos junto con Santi millones de cosas.
En el liceo recuerdo el día que llamé desesperada y me atendió la recepcionista «una genia» me organizo una entrevista con la Sra Directora que te diré en el momento que me senté y comenzamos a hablar supe que era el lugar adecuado.
Lamentablemente a la semana de haber arrancado la pandemia nos volvió a alcanzar y tuvimos que volver a la virtualidad.
Tuve mucho miedo, pero fue lo contrario. Escuchaba cada clase de el y la adaptación fue increíble. Recuerdo muchas veces el participando y salía de cada clase Feliz. Y eso para una madre es tocar el cielo.
Este año ya presencial noto a un adolescente responsable, preocupado por hacer los deberes.
Esforzándose el día a día. Atento siempre a los compañeros. Esta participando en basquet contento.
Pero sobre todo tengo un joven Feliz.
Como mama jamás pensé que podría llegar al liceo pero sobre todo como lo está logrando.
Llegar a un lugar adecuado, donde se te respete, se te valore y se te comprenda no tiene comparación.
El equipo de docentes como la directora siempre están para apoyarlo y prestando toda la información y el seguimiento de el.
Sin más agradezco a el colegio, al equipo humano que allí reside. Porque sin ellos no sería posible.
Gracias por hacer Feliz y motivar a más.